La lluvia no se quiso perder la visita de los chicos a Paisaje Urbano, y vino con ellos a compartir una tarde ideal para escuchar cuentos. Con la llegada de los primeros valientes bajo la lluvia, se abrió el espacio lúdico donde los cuentos hicieron las primeras jugadas. También hubo canciones y trabalenguas que desataron las risas y hasta el atrevimiento con algún juego clásico de los papás y los abuelos cuando eran niños. Y como los cuentos tientan...también se abrió el living para que los abuelos y padres concurrentes, se llevaran un mimo con algún cuento para ellos especialmente. Los chiquis nos dejaron sus obras en colores, y los más grandes, el desafío de enviarnos sus obras. ¡Hasta un duende llegó de sorpresa para acompañarnos! Realmente, con todas estas cosas lindas vividas...¡del frío y la lluvia ni nos acordamos !
Un dìa varias voces descubrimos que muchas inquietudes nos vinculaban con los demàs y con la vida. Así, empezamos a contar cuentos a esa oreja verde que todos llevamos, la que nos permite, segùn Gianni Rodari, "escuchar aquello que ya adultos no nos detenemos a escuchar".Hoy cada voz tomó un rumbo propio. Queda aquí encendido entre historias y también melodías, aquel fuego que los amantes de la narración saben que es generoso y sagrado, para quien quiera esuchar o contar..¡Bienvenido!
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