1.5.10

¿Bicentenario y la mesa de hacer los deberes?

Probablemente para muchos la preparación que se viene dando para los festejos del Bicentenario, los llevó a encontrarse recordando los tiempos de su vida escolar.
Hoy es habitual escuchar en los medios, los  diferentes eventos que se difunden para esta celebración que ya se inició en diferentes países latinoamericanos. La variedad de ofertas culturales es incalculable, pasando por todas las manifestaciones artísticas que imaginen.
Claro que el gran arcón de material es, indudablemente, la literatura, y ha sido, para tantos, inevitable o necesario, recordar cómo se aprendía en la infancia sobre la historia de su país, y no faltarán seguramente cuestionamientos políticos o debates, que amenacen perder el dorado hilo de los recuerdos.
Aquí en Argentina, para los que pasamos las cuatro décadas, seguramente un nombre nos quedó en el recuerdo: Germán Berdiales.
Durante décadas los textos de Germán Berdiales nos llevaban al campo, a mirar los animales, a viajar con los gauchos, a llorar con los protagonistas de cuentos, a conocer los nombres y los hechos sobresalientes de la historia y el momento,según el tiempo de edición.
Pero,  nos guste o no la historia, la riqueza de imágenes, la necesidad vital de todo buen narrador, que quiere que su lector u oyente, viaje a donde él lo lleva, son indudables en la obra de Germán Berdiales, el maestro poeta, como lo denominaran. Su obra a muchas generaciones de alumnos los llevó a tener, ya en su solo libro de lectura escolar una mini biblitoeca, que se tendía tanto en suntuosos escritorios familiares, como en la mesa de la cocina del hogar del trabajador a la hora de "hacer los deberes".
Hoy, podemos llegar a entender, muchos de aquellos alumnos, que leer fue un grandioso deber, que transmutó en este vital placer: narrar.
Los invito a dar una leída por "Un retazo perdido de la niñez: Germán Berdiales", el ensayo de Elsa Plácida Vulovic, editado por la Asociación Argentina de Lectura, y seguramente algunos irán al cuartito del fondo, a ver si tienen el libro de lectura de la escuela, para viajar a  la infancia, como cuando hacían los deberes...

 Germán Berdiales (Google)

1 comentario:

  1. Anónimo8.6.10

    muy buena idea rescatar valores de nuestra niñez
    saludos
    Anahí Duzevich Bezoz

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